
Hay quien olvidó un zapato para volver a verte, y quien perdió la inocencia una tarde en tu cuarto. Hay quien besó despacio tu sexo mil veces, quien te arrancó de un zarpazo las tiras delalma. Hay quien rompió los platos una noche de verano, hay quien colecciona polvos, sudores y manchas. Hay quien lanzó sus libros y pesares por la ventana, quien te contó la historia más bella jamás contada. Hay quien te obsequió con adelfas y rosas, hay quien sembró malas hierbas en tu huerto. Hay quien cansado de todo, inició un viaje sin retorno, hay quien sin nada a lo que aferrarse, halló cobijo y calor en tus brazos.